Si algo bueno ha traído esta cuarentena obligatoria, además de la enorme oportunidad de mirar hacia adentro y sacar nuestra resiliencia en momentos muy duros para la salud y la economía, es que algunos de los más sedentarios ya no tienen cómo inventar excusas para hacer actividad física ante la amplia oferta de gimnasios y entrenadores virtuales. Aunque también abundan los que ‘esculcan’ la nevera más de la cuenta y mueven más el control del televisor que cualquier otra cosa.

Si bien la vida nos cambió, en el mundo de la actividad física también se está viendo un ‘revolcón’, que en otros tiempos resultaba impensable: los gimnasios de siempre se vieron obligados a volcarse a las redes sociales, los influenciadores en el mundo fitness se fortalecieron y hasta los espacios de meditación y yoga, que muchos miraban con cara de aburrimiento, han logrado llenar videos en vivo gratuitos a través de redes como Instagram, Facebook, YouTube e incluso, aplicaciones como Zoom.

“Para el mundo del fitness se está abriendo una oportunidad nueva a través de esta ventana virtual, sin duda alguna. El que pensaba que recibir una clase virtual no daba resultados o que no iba a sentir una conexión con el entrenador, ya está viendo que sí se puede”, afirma Ana Verónica Romero Finol, coach de nutrición y fitness, además de entrenadora en Bodytech.

Y ojalá esa nueva ventana de la que habla la experta, logre elevar una tímida cifra: se estima que en Colombia 2% de la población va al gimnasio, como quien dice ¡ni un millón de personas!. Pero ojalá la historia sea otra después de la cuarentena: que se fortalezcan los gimnasios ‘análogos’ porque mucha gente no solo habrá probado las mieles y bondades del ejercicio, sino que seguramente estas grandes cadenas de deporte se abrirán a la posibilidad de consolidar el canal digital como una alternativa interesante para ganar afiliados y quizá monetizar estos servicios de bienestar y salud. Claro, si los fat no les ganan a los fit, en mayoría.

“En esta cuarentena, la idea es captar el mayor número de personas que antes no hacían actividad física y que espero se enamoren del ejercicio. Muchas personas están comenzando en esta vida de hábitos saludables, producto del confinamiento”, comenta Fausto Murillo, un YouTuber colombiano, quien antes de la cuarentena no hacía rutinas en vivo y que hoy reúne en una sesión a unas 2.500 personas en directo. Uno más que se suma a la amplia oferta de entrenadores virtuales.

El mundo y los hábitos están cambiando, sin duda. Y en medio de esta transformación y a pesar de que muchos migraron sus clases a plataformas digitales (por lo pronto gratuitas), ni las grandes cadenas, ni los gimnasios de barrio la están pasando bien. Posicionare consultó cinco gimnasios representativos en el mercado como son Bodytech, SmarFit, Action Fitness, Athletic, Spinning Center, así como la asociación de gimnasios de Cali y gimnasios independientes de Bogotá. “Las cuatro principales cadenas empleamos a más de 10.000 personas y la industria en general, 20.000. Necesitamos ser declarados como sector vulnerable: ni el Ministerio de Industria, ni el de Deporte, ni el de Salud se han pronunciado al respecto”, de acuerdo con una comunicación enviada a este medio.

Un gimnasio es un activo que hay que cuidar, al igual que la promoción de la actividad física de la manera que sea: cerca del 20% de la población en Colombia es obesa (y de los más proclives al Covid-19, según el propio gobierno nacional) y más de la mitad de los adultos entre 18 y 64 años tiene sobrepeso, según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional de 2015, la más reciente. Y para ser más crudos: uno de cada cinco colombianos sufre de obesidad, según el Ministerio de Salud.

Dicho esto, si prefieres no ser parte de esa estadística y optas por llevar una vida saludable, la invitación hoy es: moverse más que nunca en esta cuarentena y eso sí, ‘cerrar el pico’ a lo que no aporte a nuestro organismo.